viernes, 26 de mayo de 2017

Un muérdago misterioso...

               
 El muérdago, (Viscum album) es una plante hemiparásita muy conocida. Hemiparásita quiere decir que es parásita sólo a medias.  Decimos ésto por que ésta planta, que vive sobre otras, sí que desarrolla algo de "trabajo" para vivir, es decir, que roba a su huésped la "savia bruta" que ha de ser transformada por el propio muérdago para poder alimentarse con ella, y es por ello, que el muérdago presenta un color verde que procede de la clorofila que necesita para llevar a cabo ésta transformación mediante la fotosíntesis. Se puede completar ésta información con otras entradas relativas al muérdago en este mismo blog "las plantas también tienen parásitos" y "agujeros en las ramas".
               Una característica curiosa del muérdago, es que se encuentran varias subespecies del mismo, y que se especializan en unas plantas diferentes cada una de ellas, no viviendo una sobre los huéspedes de la otra. Se han reconocido varias subespecies de muérdago.  Viscum album album, que parasita árboles planifolios como robles (Quercus sp.), chopos (Populus sp.), algunos frutales (Prunus sp.) y otros,  la subespecie Viscum album austriacum, que parasita pinos (Pinus sp), alerces (Larix sp) y píceas (Picea sp.) y por último Viscum albun abietis que sólo vive sobre abetos (Abies sp).

                 El motivo de esta entrada, es que hace unos días, antes de ir a la exposición de Illueca que ya comenté en la entrada "Zarpamos para Illueca", en un camino jalonado por acacias de tres espinas (Gleditsia triacanthos), vi una planta de muérdago. Y lo más curioso, es que en muchos kilómetros a la redonda, el muérdago que podemos contemplar es Viscum album austriacum que vive sobre pino carrasco (Pinus halepensis).
                 Quedan muy lejos de este lugar las poblaciones de Viscum album album que viven sobre planifolios. Me surge una duda terrible. ¿Es este un primer pionero de la especie Viscum album album procedente de las poblaciones de Pirineo que ha viajado por casualidad hasta esta planta a la que puede parasitar o se trata de un ejemplar de Viscum album austriacum capaz de vivir sobre planifolios también?

Perdón por las fotos, son de móvil de muy baja calidad.

jueves, 11 de mayo de 2017

Río Ebro 1 y Río Ebro 2...

     
          Hoy, tenía una reunión en Zaragoza. En el Ayuntamiento. He aparcado lejos, en la margen izquierda y así me he podido dar un paseo por el río... a ver que cosas veo.
Iba a cruzar el río por el Puente de Hierro, cuando al mirar al agua he visto que estaba clara. Se apreciaba bien el fondo. A mitad de puente he decidido dar la vuelta y cruzar por el Puente de Piedra, el puente románico de Zaragoza.
           Como hacía bueno apetecía pasear, y como el Ebro lleva poca agua he decidido pasear lentamente para ver si veía algún pez. Enseguida he visto las ondas que producen sobre el agua los siluros (Silurus glanis)  que en gran número y de un tamaño aproximado al metro estaban semi ocultos entre las plantas acuáticas que proliferan tan bien en estas aguas más claras y más quietas que nos dejó la Expo.
         Al ir avanzando y llegar al otro lado del puente, he visto  a los vencejos pálidos (Apus pallidus) que desde hace unos años podemos contemplar en los alrededores del Puente de Piedra. En el último arco del puente, existe lo que llamaron "canal de navegación", que es un corte en la plataforma de piedras que de un lado al otro del río sustenta sus pilares. También esto es una herencia de la Expo.
        Recuerdo con pena ver como destruían esta parte del patrimonio para hacer un canal por el que pudieran navegar los barcos del caprichoso alcalde de entonces y cuyo empecinamiento costó tantos millones de euros a todos hasta que la razón se instaló en el despacho de la alcaldía y dejamos de destruir periódicamente el lecho del río en tan absurdo proyecto que requería el continuo dragado del mismo. Veía extraer los antiguos pilotes de madera que se utilizaron para afianzar en un primer momento las cimentaciones del puente. En los textos antiguos, decía que se vio necesario poner pilotes de madera de roble y vistos los bosques de los alrededores, se optó por traerlos de Leciñena. Ahora en Leciñena pocos roble hay. son Quejigos. Pese a querer hacerme con alguno de esos pilotes para comprobar si eran de madera de roble como decían las crónicas del siglo XV, no fue posible. La prensa dijo que eran de pino y modernos, pero no pudimos comprobarlo. no dejaban acceder al sitio.
     Pues como decía, en este sitio, donde el paso del agua bajo el puente se hace a un nivel más bajo, la corriente aumenta considerablemente de velocidad. Esto añadido a la mayor profundidad provoca la coexistencia de dos ríos en uno. Un río, poco profundo y lento que permite la sedimentación de grano menor, permite el crecimiento de plantas acuáticas que captan perfectamente los rayos del sol y entre las cuales se ven con facilidar los siluros en sus lentos desplazamientos esperando o bien recoger lo que la lenta corriente les trae, o bien capturar palomas que se acercan a beber y bañarse en episodios que recuerdan al documental de Las Mareas de Kirawira" de Hugo Van Lawick. El otro, lento y contenido dentro del río lento, que recorre vagamente el antiguo trazado de los dragados del canal de navegación que si bien el río rellena con cada avenida, siempre discurre por el último arco del puente, por el portillo que se realizó para la Expo.
   
 Las fotos que ilustran esta entrada hablan por sí mismas. Arriba, la margen derecha, donde se aprecia el río sin apenas algas por la proximidad del río más rápido y profundo. A la derecha, la margen izquierda, donde discurre el otro río, lento y menos profundo que sobrepasa las cimentaciones del Puente de Piedra en forma de una pequeña lámina de agua de unos pocos centímetros de profundidad y donde crece aquí y allá la vegetación acuática profusamente.